Primer Reto

Primer reto.   Empieza la historia con había una vez.

Había una vez, una chica que desde muy pequeña tenía el poder de leer la mente de las personas, Elia que así se llamaba no era consciente de  que  ese poder  le traería problemas en un futuro  próximo.

La primera vez que usó su poder, fue en el colegio, cuando fue acusada de haber robado la pelota de Eliot.

´´Clase de seis años´´ 

 -Profe, alguien me a quitado mi pelota- dijo Eliot llorando -¡Era mi favorita!

Eliot tenía el pelo corto, era rubio, ojos verdes y su piel era clara. 
Él iba vestido con un pantalón  vaquero negro, deportivas blancas de velcro y dentro del babi verde se le veía una camiseta blanca de manga larga.

-¿Quién ha sido el ladrón?- nadie dijo nada- Si no sale habrá un castigo para todos.

Blanca era nuestra profesora, de vez en cuando se tenia que poner así y eso Elia lo entendía pero lo que no lograba entender era porque tenía que haber un castigo colectivo si no aparecía el ladrón.

Blanca era de piel blanquecina, sus ojos eran marrones y su pelo era ondulado y del color del cobre.
Ella vestía con  el babi de los profesores; este era negro con motivos de colores variados, un pantalón vaquero y zapatillas rojas de deporte.

-Ha sido Elia, yo la he visto - dijo Mario señalándome con el dedo- La vi cuando me fui al patio.

Elia no daba crédito a lo que escuchaba ya sabía quien había sido.

-Yo no he sido, he estado en mi sitio todo el rato- miró furiosa a Mario y dijo- Mírame la mochila, yo no tengo nada que esconder, ¿no, Mario?

" No es posible, porque me miran a mí, ¡Parad de mirarme!  " -pensaba Mario y miraba nervioso para todos los lados- ¡Yo no he sido!

Mario era bajito, pelo rizado  al estilo David Bisbal, este era moreno, sus ojos eran azules como el cielo y su tez era cobriza.
Él  vestía con un pantalón de deporte rojos, zapatillas naranjas de velcro, el babi verde y dentro de este había un polo naranja.

Blanca miró en la mochila de Elia, no había nada y se dirigió a la mochila de Mario.

-Mario, ¿puedo ver tu mochila? -Mario no se quitó del medio -Venga si no pasa nada.

Mario se apartó con la cabeza agachada y empezó a llorar.

-Es que Eliot no me dejaba jugar, me enfadé y la cogí- se tapó la cara con sus pequeñas manos y siguió llorando- Siento haberte  echado la culpa Elia.

Blanca le requiso la pelota y se la devolvió a Eliot.

-Haber, vamos analizar la situación: primero, Eliot, ¿por qué no dejaste jugar a Mario?

-Porque no sabe jugar, siempre se enfada cuando pierde y luego tiene que ser el juego que el quiera. ¡Yo no juego así!
-Vale, Mario, ¿podemos mejorar eso? -él asintió - Y nunca vas a echarle la culpa a nadie.

-Si, señorita- se dirigió a Eliot- Mañana podemos jugar a lo que  te prometo que no me enfadare si pierdo.

-Si quieres yo te ayudo- se presto Elia- A mí me pasaba igual y mis padres me enseñaron un truco para calmarme, te lo cuento mañana, ¿si quieres?

-Creo que después de lo que te he hecho no lo merezco- estaba avergonzado y se dio la vuelta - Espero que estés bien.

-Mira, ya me has pedido perdón y yo te perdono- Elia le tocó el hombro- Encima yo quiero ser tu amiga.

Eliot y Elia se acercaron a Mario y le dieron un gran abrazo y desde entonces se hicieron grandes amigos.

Actualidad.

Aun me acuerdo cuando me hice amiga de Eliot y de Mario, no sabía que iba a vivir grandes aventuras con ellos, ahora tengo veinticuatro años y soy una gran abogada.
Siempre he ganado los  casos en los que he trabajado, mi mentor Phoenix Wright  me ha enseñado muy bien y siempre esta contento conmigo.

No se bien lo que pasa pero tengo una extraña sensación de que algo raro va apasar y no va a ser bueno que digamos.

CONTINUARA...

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